viernes, 23 de octubre de 2009

Pequeña llama- llama cósmica

“…nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el sol o el calor. Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos”.
Apocalipsis 7; 16-17


Zoe














Donde están tus aguas para beber,
donde han alcanzado su máximo esplendor,
te he buscado desde el principio,
y aun así mi alma no esta saciada.
Y cuando veo mis niños unos correr
otros no tanto, dije: ¿Donde te encuentras?
Porque la sonora trompeta
solo alcanzan oírla algunos,
y los demás esperan, los demás atienden,
o se desatienden.
Otros buscan acrecentar la gracia,
y devolver con frutos,
dándole sentido a nuestras manos
dándole fermento a la tierra…
Miramos muchas veces profundo
a los ojos de los más pequeños,
muchos de ellos tienen hambre,
pero su alimento es otro,
Y sabemos que ese alimento es necesario
para comunicarse con el resto.
Muchos papeles nos pueden hacer ver distintos,
pero siendo niños sino nos avisan no lo distinguimos,
nuestra forma distinta de ver el mundo desde otro lugar,
no hace que seamos distintos…
Los mayores esperamos muchas veces,
el big bang de nuestros niños,
que exploten, que cumpla con reglas preestablecidas,
de tomar el alimento correspondiente,
como todos, de dejar los pañales como todos,
El que fijo algunos parámetros hizo de nosotros
unos grandes aprendices de las reglas,
y muchas veces esclavos de ellas,
pero las reglas deben tener su elasticidad,
sino cuantos de nosotros deberíamos vivir aislados.
Y cuando nos revelamos contra esos parámetros
Ya somos distintos…
Cuanto me devuelve en felicidad y alegría,
los ojos de nuestros niños cuando disfrutan un juego,
y cuanto añoramos los juegos nosotros…
Ayer mi pequeña Zoe salio a andar en bici, ella tiene 5 añitos,
Moretones miles en sus piernas, ni una queja, esta aprendiendo el arte de poder andar en bici… Felicidad.
Muchos pequeños nuestros no tienen la posibilidad de mi Zoe, pero ocurre en ellos otras explosiones, que despiertan sus cerebritos ante un nuevo descubrimiento…
¿Quien sabe? Habrá que descubrirle eso por lo que deberemos saciar su hambre y sus ansias…
Y quien sino un corazón de madre lo sabe más que nadie.
Quizás mientras escribo alguien esta estallando, y en respuesta a ese volcán, habrá que inundar de amor su corazón, no para apagarlo, sino para aumentar la llama…
Hasta siempre
Tu palabra es una lámpara para mis pasos,
y una luz en mi camino.
Salmo 119; 105
Cla ADL 2009

1 comentario:

mama de patu dijo...

que lindos pensamientos,gracias por los coentaios en el blog de patricio, un abrazo

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